No existe un solo modelo de democracia, o de los derechos humanos, o de la expresión cultural para todo el mundo. Pero para todo el mundo, tiene que haber democracia, derechos humanos y una libre expresión cultural.
KOFFI ANAN
En un evento Emprender, de jovenes emprendedores, en General Deheza, Mayo 2010
Hace mas de diez años que formo parte del
Centro Comercial, Industrial y Anexos de Cruz del Eje. Estoy asociado a esta
organización gremial empresaria según lo indican sus estatutos, cumpliendo con
los requisitos que allí se indican. Además participo activamente de la vida
institucional, con compromiso y vocación.
Asumo que se trata de un compromiso complejo:
el tiempo es un recurso escaso, los problemas son muchos y ponerse de acuerdo y
obrar en consecuencia suele ser desgastante. Mas de una vez da ganas de quedarse
en casa y porque se está “metido ahí”, en el Centro, claro.
Y pienso que es una buena idea expresar ahora porque estoy yo ahí.
Varios de estos años de pertenencia al Centro
Comercial los he pasado colaborando o formando parte de los equipos de trabajo del
Consejo Directivo. ¿Y qué cosa hago ahí? : representar a los asociados a la
institución en la toma de decisiones a cerca del rumbo que lleva la Institución
y sus actividades. Es decir, represento
a todos aquellos que, al igual que yo, cumplen con los requisitos que indica el
estatuto.
Soy claro y puntual en esto: sino está
asociado, yo no lo represento. Y busco separar la paja del trigo, pues desde
siempre escucho a mucha gente de todos los tenores frases decir aludiendo al
Centro Comercial tales como “El Sector Comercial”, “Los comerciantes”, “El
Sector Productivo”, entre otras. Puedo parecer un bicho raro, y cruel, pero yo
represento a los asociados al Centro Comercial, un conjunto de personas y
organizaciones que cumple con los requisitos estatutario, que tiene nombre y
apellido, o razón social. No represento
a anónimos entrecomillados de elástica conformación. No me adjudico su
representatividad ni obro en consecuencia de ello. Mi compromiso es con los
asociados.
¿Y quién me puso en ese lugar de representante?...
Los asociados lo hicieron, en una asamblea.
Las asambleas se hacen periódicamente, según lo indica el estatuto
social. También las reuniones de Consejo
Directivo. Y las elecciones para renovar autoridades se realizan cada dos años,
cualquier asociado que cumple los requisitos se puede presentar. Desde hace
varios años se realizan esfuerzos para comunicarlo y lograr mayor
participación.
El Mandato y la representación es una
temática que quiero profundizar hacia el futuro, pues hace a la vida
democrática de la institución y la participación de los asociados. Los Consejos Directivos se renuevan cada dos
años, y se componen de varios miembros integrantes. Se eligen, como ya lo mencioné, en asamblea,
y a lista completa, posibilidad de representación de la minoría…. Desde que
tengo idea siempre hay unanimidad, con una sola lista, con una asamblea cuyo
número de miembros presentes apenas supera a los de la lista que se presenta… y
bueno, la gente no participa, no le interesa, a veces ni sabe, que le vamos a
hacer.
Pero esta práctica antidemocrática e insana,
además de inútil y dañina es obstaculizadora de mi trabajo y esfuerzo en la
institución. Es obstaculizadora de cualquiera que trabaje y se brinde a la
institución.
El planteo es sencillo: la gran mayoría de
aquellos a quienes represento me eligieron por ser el único y sin ni siquiera
saber que me elegían, dado el procedimiento estatutario en la asamblea de la
elección.
Así, mi representatividad pierde mucho valor.
Un
anhelo hacia el futuro es un Centro Comercial representativamente sólido, desde
el origen democrático y participativo mismo. En la actualidad, y desde hace
muchísimos años ha sido así, quizás, hasta no
conviene así como está, pero no nos deja crecer, no nos hace mejores.…
Es hora de empezar a hablarlo, de buscar alternativas y más participación.
Yo quiero representar a quienes me elijan de
verdad y que mi representatividad tenga valor … y para eso hay que trabajar
mucho.
Mi devaluada representatividad actual,
requiere también el compromiso del asociado con lo colectivo, con el bien
común. Y de nuevo voy a ser claro: lo
común, lo colectivo no tiene nada que ver lo individual, no es la suma de esto,
ni mucho menos la selección de un “individual” por sobre los otros. Lo
colectivo es otra cosa distinta y totalmente diferente, es democrático,
equitativo, plural, justo y representativo.
He escuchado un sinfín de veces decir “el
centro comercial defiende o debe defender los intereses de los
comerciantes”. Y otra vez me sale
el bicho raro: Antes, ahora o
después yo no defiendo,
institucionalmente, el interés de nadie en particular ni en sumatoria…
Represento y obro en consecuencia para
el bienestar colectivo de los asociados al Centro Comercial.
Yo quiero que el asociado al Centro Comercial,
Industrial y Anexos de Cruz del Eje VIVA BIEN.
Quiero que el resultado de la pasión, el esfuerzo, la vocación y el
profesionalismo que ponen cada día en su actividad le permitan disfrutar de la
vida de la mejor manera, con su familia, con sus seres queridos. Quiero que sus
colaboradores y su personal se comprometan con su trabajo y reciban una justa
remuneración por ello. Quiero que encuentren nuevos horizontes de producción,
que sus clientes y proveedores hagan excelentes negocios, que mejore la calidad,
la atención. Que se paguen impuestos justos por prestaciones justas. Que formen
parte activa de la dinámica social. Y
por sobre todas las cosas, que la dignidad y el bienestar fruto de cada
actividad permita sentirse orgulloso de pertenecer y estar contenido y
representado la Institución.
Sigue, invitarlos a asociarse al Centro
Comercial de Cruz del Eje, a participar, a dialogar, a preguntar, a responder,
a discutir, a exigir, a caerse, a levantarse y a empezar de nuevo, una y otra
vez. A trabajar para lograr que la
asociatividad y representatividad tengan
valor .